Personalmente pienso que la imaginación está directamente relacionada con la creatividad, y a su vez, con la educación. Educar es inculcar valores, pensamientos y actitudes a partir de unas bases fundamentales, entre las cuales ésta es una de las más importantes, puesto que no hay que cortar las alas de la imaginación de los niños. Con la imaginación crean, inventan y construyen; gracias a ella, los niños pueden expresar sus sentimientos, sus virtudes y pasiones. Si no se trabajara este concepto en el campo educativo, caeríamos en el canon clásico de la educación tradicional, en la que los niños debieran seguir a rajatabla la materia, sin posibilidad de opinar y expresar lo que piensan. Los orígenes de los estudios de la imaginación demuestran que la misma lleva a un pensamiento filosófico y racional; esto puede crear ciudadanos críticos y con la capacidad de pensar sobre sus acciones y las de los que le rodean, juzgar bajo el previo conocimiento y decidir; por lo que, también es un concepto relacionado con la psicología.
Definitivamente, educar es imaginar, crear y expresar.